Lo bueno de los ríos y su gran ventaja con respecto al mar es la posibilidad de tener un trocito para ti solo.
Mientras que en la playa docenas, centenas o millares de personas ocuparán tu mismo espacio en el río puedes estar virtualmente a solas. O acompañado de quien quieras.
Y para mi ese es un lujo irrenunciable: el placer de estar sólo con quien quiero y no tener ruidos que provengan de otras personas.
Como siempre digo, tengo suerte de vivir donde vivo.
Ellas: Noelia y Romina
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