Mirador de Ronda (Málaga)

De mi último viaje, el gran descubrimiento fue Ronda. Medio me recomendaron que pasara de ella y que fuera a Córdoba por Málaga, pero estoy contentísimo de no haber hecho puto caso.

Una cosa que no sabía de Ronda es que parte de la ciudad está rodeada de grandes barrancos (tajos) y que, de hecho, la ciudad está partida en dos por uno de ellos, que se cruza por un gran puente de piedra y de gran belleza.

Como de gran belleza son los paisajes de la Serranía de Ronda, la comarca a la que pertenece y sirve de capital. Son unas montañas muy diferentes a las que tenemos aquí, en Galicia, y tienen una rara belleza, tanto al sur, más escarpadas y con pueblos como Gaucín, como la meseta que hay al norte, camino de Antequera, con lugares tan señalados como el Castillo de Traba.

La mayor parte del patrimonio histórico de Ronda procede de la breve existencia de la Taifa de Ronda, nacida tras la desintegración del Califato de Córdoba y terminada con el asesinato de su segundo rey, tras lo cual fue anexionada por la Taifa sevillana.

Y realmente, merece mucho la pena callejear por la parte vieja de la ciudad, ver el Puente Nuevo o detenerse en sus miradores, sobre los tajos, que provocan una buena sensación de vértigo