Hace unos días comentaba en el Facebook de una amiga que para hacer una gran foto se necesitaba o suerte, o habilidad (o una combinación de ambas), y que creía que lo mío era una enorme dosis de suerte y una mínima de habilidad.
Pues aquí tenemos otra muestra de enorme suerte: tenía calzado del 75-300 en mi cámara y estaba en una sesión con dos modelos (Débora y Natasha), cuando veo a este pato solitario al lado da Praia (??) da Punta, en Vigo.
Y ahí estaba, nadando feliz mientras yo trataba de inmobilizar mi cámara contra la barandilla para ver si se podía salvar alguna foto. Hubo suertecilla :)
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