Una de las cosas que me han sorprendido de esta sesión fue que sin buscarlo explícitamente nos acabamos encontrando con una sesión de fantasía.
Esa pulsera, su ropa, el frío, la lluvia, el entorno del monasterio y las ruinas... todo conspiró para que nos saliese una foto bastante atemporal y que podría encuadrarse fácilmente en fotografía fantástica.
Y la verdad, visto lo visto, es un camino que me apetece explorar.
Modelo: María Rouco
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