Las sesiones TFCD son un mundo aparte. Uno tiene una idea aproximada de lo que quiere hacer y luego sale lo que quiere Dios.
Y quiso Dios mandar un ángel para acompañar a Adriana a su segunda sesión conmigo. La idea era embadurnarla de barro para convertirla en una especie de aborigen de alguna tribu perdida (y particularmente sexy).
Pero Adriana no vino sola, afortunadamente y mientras ella se desmaquillaba y se preparaba para ser completamente cubierta de arcilla yo aproveché para hacer unas fotos a su acompañante, que decidió unirse como modelo a esta pequeña locura de idea, como ya vimos en la foto "Fantasía".
La verdad es que prodigando tanto sonrisas como esta, hacerle fotos una de las pequeñas alegrías de la vida.
Gracias por venir :)
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