Sol y sombra

En días como el que hicimos esta sesión, a principios de verano y sin demasiadas horas de sol sobre la piel, el río es fantástico.

Puedes salir al agua y bañarte y luego tenderte cómodamente en la sombra protegiéndote un poco y evitando esa ansia de quedar morenos cuanto antes que parece que domina a las especies playeras más habituales.

La gente no es demasiado consciente de hasta qué punto es agredida nuestra piel por el sol y se pasa demasiado tiempo al descubierto. ¿Quién no se ha quemado los hombros o la espalda por excederse? Creo que casi todos lo  hemos pasado en algún momento.

Tenemos muchos meses para coger color. Incluso en años como este en que ha tardado demasiado en llegar el clima adecuado.

No nos obsesionemos por broncearnos de inmediato. No tiene sentido.

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