La moda no es mi fuerte. No lo ha sido nunca, y no lo será nunca.
Pero tampoco creo que se me de tan mal como para no sacar una foto decente de vez en cuando.
En este caso el vestido que trajo Marta se amoldaba perfectamente al escenario al color de su pelo y al color de la hierba.
Y la pose a mi me encanta. Es muy complicado hacerla sin que parezca que la chica está evitando mirar a la cámara. Complicadísimo aunque pueda parecer que no.
Esa es la principal diferencia, desde mi punto de vista, entre una buena modelo y otra menos buena: la capacidad de transmitir, de ser natural, de posar sin que se note demasiado que está posando.
Y Marta es una excelente modelo.
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