Nunca me han gustado las playas tan "comercializadas", donde cada servicio está a disposición de los bañistas por un módico precio.
Aquí vemos a un operario de una concesionaria poniendo las tumbonas en su lugar al inicio de la jornada, bajo esas sombrillas tan características de las playas portuguesas (las he visto en lugares tan alejados entre sí como Tavira y Vila do Conde), siempre acopañadas de los inevitables carteles de "praia concessionada" en portugués, inglés, francés y alemán.
Este es un detalle que no deja de sorprenderme de Portugal: a pesar de que un porcentaje bastante apreciable del turismo que recibe el país procede de España, la cartelería oficial muy frecuentemente olvida rener rótulos en la lengua de Cervantes
La foto fue tomada en la Praia do Meco, en Sesimbra, en el distrito de Setúbal a un paso de Lisboa.
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