...posiblemente a Edgar Rice Burroughs le diese el hipo, a la puritana sociedad británica donde se alumbró el personaje se le hubiesen electrizado los mostachos y sólo un puñado de afortunados hubiesen estimulado su imaginación con esa estampa.
Felizmente, Tarzán fue creado hombre y ahora nosotros tenemos toda la libertad del mundo para reinterpretar el mito a nuestra manera.
Que suerte, ¿no?
Por cierto, que lo que no sabe mucha gente es que Tarzán era un ser superior que aprendió inglés de los libros de sus padres y cuando ya de adulto tomó contacto con otros seres humanos aprendió también otras lenguas, como el francés. Como suele pasar, el personaje que nos lega Hollywood tiene poco que ver con el que parió su autor
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