Como parece ser que los ojos son la puerta del alma, un fotógrafo sabe que hay miradas que no tienen precio, ni medida, ni límite. Hay miradas en las que te puedes perder.
Y si tienes una de esas miradas y sabes rodearla de cosas bonitas, como un poco de naturaleza y una iluminación adecuada el éxito está asegurado.
¿No creéis?
En este caso Janet nos regala la mejor de sus miradas, mientras estaba tirada en la hierba de una duna de la playa de Baldaio, en un antiguo caminito abandonado que nos vino al pelo para hacer esta serie de fotos.
Modelo: Janet
janetlaxe.fotoplatino.com/
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