Uno de los grandes puntos negros que tenía en mi conocimiento de Portugal era no haber ido a Nazaré.
Bueno, pues por fin pude ponerle remedio y he podido ver que todo lo que decían de este lugar eran, en realidad, descripciones que se quedaban muy cortas.
Tengo que volver, y con tiempo, para explorar.
Lo que vi fue básicamente el mirador que queda en la parte norte de la población, que es donde hay las mejores vistas sobre la playa y el pueblo. Por allí hay una iglesia muy bonita, la bajada al faro y lo que es una población que originalmente debió ser independiente y ahora está unida a Nazaré.
Otra de las cosas que sorprenden es el respeto por la arquitectura tradicional de la zona, que en otros lugares de Portugal ha sido bastante maltratada
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