Esta es una foto a la que le tenía muchas ganas desde hace tiempo... pero me faltaban modelo y paisaje. Y es que no es fácil encontrar un valle que se abra de esta forma y tener una modelo que acepte posar desnuda en exteriores.
Así que una vez que tienes ambas cosas, pues aprovechas y la haces. Y encima la hora era perfecta, porque todo ese quemado del sol le da una estética bastante peculiar y para más suerte resulta que el valle se abre sobre el océano, con lo cual te da una sensación de amplitud y de libertad mucho mayor.
Y lo que termina de redondear todo es que la modelo sea rubia y tenga la piel morena, con lo cual el bronceado un poco manipulado hace un juego de color realmente bueno con la luz del sol del atardecer
Lo dicho, a veces hay suertecilla.
Modelo: Verónica Blach
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