Un poco de imaginación

Siguiendo un poco con el tema de los escenarios a veces resulta que me equivoco. Resulta que el escenario en el que hice la foto no es el adecuado.

Y a veces resulta que la cosa se puede salvar.

Cuando fui a Canarias encontré un escenario perfecto para la sesión con Fátima, pero como quiera que ella llegó tardísimo tuve que apañarme con lo que había: una fábrica abandonada en Salinetas.

Pero el día anterior había estado echando un ojo al escenario en el que quería hacer la sesión con ella y hasta había tomado unas cuantas fotos porque el sitio, bastante desértico, me encantaba. Se quedaron por el archivo y medio me olvidé de ellas, en espera de procesado.

Y pasó que cuando vi la foto de Raquel me encontré conque el escenario no le pegaba en absoluto a su estilismo y que era una pena no tener un sitio como aquel en Maspalomas, a unos centenares de metros.

Así que, bien pensado, siempre podía combinar ambas cosas. Y este es el resultado. Y la verdad es que era el escenario perfecto para su estilismo.


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