A veces hay que irse al quinto pino para hacer fotos en condiciones.
La serie de fotos a la que esta pertenece fue tomada detrás de la parte norte de Barra, a la que se va por un camino que empieza cruzando el regato maloliente que desemboca por la parte norte del arenal.
Normalmente, lo digo a modo de aviso, por esta zona pululan mirones y exhibicionistas... incluso adeptos al cruising, que aprovechan la lejanía del lugar y su aislamiento para poder realizar sus prácticas con tranquilidad (cosa que descubrí por las malas, ignorante de mí, durante el verano pasado)
Por eso fuimos bien de mañanita esperando que aún no hubiese nadie, y pudimos hacer las fotos con tiempo y sin mirones... pero menuda pateada que hay que pegarse.
Técnicamente la foto no tiene mucha historia: Antía se puso tras las ramas de un pino pequeño y yo le lancé un destello de flash. Su belleza y su posición hicieron el resto.
La foto fue tomada con una Sony Alpha 200.
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