Algunas de mis fotos más personales han nacido de enormes errores. En este caso, una configuración deficiente de la cámara (ni RAW le metí por torpe) ha desembocado en esta foto con esos colores tan particulares.
Se aleja mucho de mi estilo habitual, pero quizás por eso mismo es de mis preferidas.
Casi todo lo que vemos aquí se debe a que los colores que salieron de la cámara tenían una increíble cantidad de saturación con mezcla de rojos y verdes. No tengo ni puta idea de cómo pudo haber salido así, ya que en principio es una configuración más o menos estándar para las fotos que hago, con esta cámara o con la anterior.
El caso, que intentando corregir el desastre y tratando de darle a Adriana un color más normal (lo de natural a esas alturas ya lo había descartado) la foto fue cogiendo unas tonalidades suavecitas que iban muy bien con la pose. Y la foto pasó de decepcionarme a gustarme. A gustarme mucho, debo decir.
Y tras algunos ajustes finales este es el resultado. Estoy muy contento con él.
Ella: Adriana Rodríguez
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