Esta especie de "remolino" son los meandros más reconocibles de las Hoces. De nuevo, una pena que no hayan preparado un mirador en este sitio con carteles que te expliquen lo que ves (ruinas, historia, geología...)
Y es una pena. Muchos de los visitantes jamás sabrán que están delante del lugar donde se asienta la mayor colonia de buitres leonados de Europa.
No sabrán de la ermita de San Frutos, ni de sus leyendas. Ni del monasterio de Nuestra Señora de la Hoz.
Ni sabrán que por aquí pasaron varios reyes de España, que fue el único lugar de la península donde combatieron (y fueron derrotados) los hombres de la Guardia Imperial napoleónica o que en estos meandros tenía su escondite El Empecinado.
O vas al centro de interpretación (si te queda en la ruta y si coincides con sus horarios) o no te enteras de casi nada.
Una pena.
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1 comentarios:
Ciertamente, es increíble que este otro recóndito lugar, importante por la trascendencia de los acontecimientos que se sucedieron, además de por ser, como bien indica el autor, el lugar escogido por las carroñeras más admiradas, no por su belleza, sino por la importancia de su existencia para los ecosistemas, haya sido dejado de lado por las distintas entidades que bien podrían incluirlas en sus rutas. Tal vez por ello, y por mi poco espíritu aventurero, de no ser por gente ávida de conocimiento como el autor de la foto, nunca habría sabido de su existencia.
Muchas gracias, fotografo.
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