Hay algunas cosas del Patrimonio Histórico de Galicia que me disgustan y que me parece una vergüenza. Mucho se ha hablado en fechas recientes del Pazo de Meirás y de la negativa de sus propietarios a abrirlo al público como marca la Ley (si tuvieran vergüenza lo devolverían, ya que fue una donación del pueblo de Sada a Franco... ustedes ya me entienden).
Pero lo cierto es que no es el único caso. Uno de los más sangrantes es este Castelo de Pambre, cuyos muros se mantienen en pie pero son muy escasamente mantenidos. La Xunta debería intervenir para evitar que se deterioren y se caigan, como tantos otros monumentos que han sido erigidos en estas tierras.
Pero en el caso de Galicia, los castillos en buen estado de conservación son una rareza, ya que los Irmandiños se encargaron de demoler la mayor parte de ellos... y después, teniendo en cuenta que los musulmanes estaban a más de mil kilómetros y que los Reyes Católicos (y sucesores) no veían con demasiada simpatía a los señores feudales, simplemente muchos se quedaron en ruinas, y los restos fueron canibalizados por los vecinos para la construcción de casas, cercas y otras estructuras.
La foto fue tomada con una Nikon Coolpix 2000.
Pero lo cierto es que no es el único caso. Uno de los más sangrantes es este Castelo de Pambre, cuyos muros se mantienen en pie pero son muy escasamente mantenidos. La Xunta debería intervenir para evitar que se deterioren y se caigan, como tantos otros monumentos que han sido erigidos en estas tierras.
Pero en el caso de Galicia, los castillos en buen estado de conservación son una rareza, ya que los Irmandiños se encargaron de demoler la mayor parte de ellos... y después, teniendo en cuenta que los musulmanes estaban a más de mil kilómetros y que los Reyes Católicos (y sucesores) no veían con demasiada simpatía a los señores feudales, simplemente muchos se quedaron en ruinas, y los restos fueron canibalizados por los vecinos para la construcción de casas, cercas y otras estructuras.
La foto fue tomada con una Nikon Coolpix 2000.
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