Miranda do Douro es singular por muchas cosas: su lengua, el mirandés, emparentada con el leonés; su historia interesante para los que nos gusta la historia, pero muy perra para los que tuvieron que vivirla ya que estuvieron en todas las guerras entre León, Castilla y posteriormente España contra Portugal y también en las guerras civiles del país.
Fue una historia llena de traiciones, actos heroicos y hasta una enorme masacre, cuando en una ocasiónn las defensas fueron derribadas tras la acumulación de tanto explosivo que demolió buena parte del castillo llevándose consigo a 400 personas según las crónicas.
Miranda conoció sus mejores momentos durante la unión entre las coronas de Castilla y Portugal, ya que se convirtió en capital de Trás-os-Montes y sede obispal, además de en motor comercial de la región.
Cuando todo acabó y las guerras volvieron, la capital y el obispado se movieron a Bragança, aunque los obispos bragantinos siguen grabando su nombre en la lista de obispos de Miranda. De hecho, la diócesis se conoce como diócesis de Bragança-Miranda do Douro
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