Ya había hablado de los Hurtado de Mendoza y de su importancia en la historia de España. Con la excusa que me brinda esta foto del Castillo de la Recompensa, uno de los muchos bienes de la familia voy a mencionar a algunos famosos miembros de la misma, aunque no tuvieron nada que ver con Monteagudo.
Uno de ellos fue el famoso Marqués de Santillana, cuya influencia arrastró a toda la familia a una época bastante convulsa. Todo tiene origen en la política de su madre, distanciada del resto de los suyos. Para recuperar la influencia perdida en este período el buen Marqués no dudaba en firmar pactos para luego romperlos y ayudar a unos y otros sin prestar demasiada atención a los acuerdos que tuviese firmados.
Incluso se atrevió a desafiar al Rey, lo que es buena muestra de su poder e influencia. El título nobiliario con el que pasó a la historia fue fruto de uno de estos mercadeos durante una guerra con Navarra.
Otra famosa miembro de esta familia fue la princesa de Éboli, cuyo retrato donde se la muestra con un parche sobre un ojo es uno de los más famosos de tiempos de Felipe II. En esta época Ana de Mendoza lideraba junto a su marido una oposición a la Casa de Alba y a su política aislacionista, lo que deja entrever una rivalidad entre las dos mayores casas nobiliarias que dio la historia de este país.
Pero esta casa, por errores propios, y sobre todo por la acción de la rama de Tendilla acabaría perdiendo su influencia y su existencia como grupo cohesionado desaparecería en el siglo XVI.
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Uno de ellos fue el famoso Marqués de Santillana, cuya influencia arrastró a toda la familia a una época bastante convulsa. Todo tiene origen en la política de su madre, distanciada del resto de los suyos. Para recuperar la influencia perdida en este período el buen Marqués no dudaba en firmar pactos para luego romperlos y ayudar a unos y otros sin prestar demasiada atención a los acuerdos que tuviese firmados.
Incluso se atrevió a desafiar al Rey, lo que es buena muestra de su poder e influencia. El título nobiliario con el que pasó a la historia fue fruto de uno de estos mercadeos durante una guerra con Navarra.
Otra famosa miembro de esta familia fue la princesa de Éboli, cuyo retrato donde se la muestra con un parche sobre un ojo es uno de los más famosos de tiempos de Felipe II. En esta época Ana de Mendoza lideraba junto a su marido una oposición a la Casa de Alba y a su política aislacionista, lo que deja entrever una rivalidad entre las dos mayores casas nobiliarias que dio la historia de este país.
Pero esta casa, por errores propios, y sobre todo por la acción de la rama de Tendilla acabaría perdiendo su influencia y su existencia como grupo cohesionado desaparecería en el siglo XVI.
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